domingo, 18 de julio de 2010

CRISIS POLITICA Y SOLUCION CONSTITUYENTE

La crisis del sistema político venezolano a consecuencia de los eventos o acontecimientos del 4 de febrero de 1992, seguidos por el suceso del 27 de noviembre y de las elecciones del 6 de diciembre del mismo año, dan paso a una posición inicial de la crisis.

La visión más conservadora por identificarla de algún modo, argumenta, que los continuos sucesos ( 4 de frebrero, 27 de noviembre, 6 de diciembre) eran a causa de desajustes en el modo de interacción política, y fundamentalmente los protagonistas eran los grupos como: las fuerzas armadas, partidos, masas y gobierno. Por lo cual el sistema debía crear nuevos mecanismos políticos, socio-economicos y comunicacionales, para establecer un consenso.

Los reajustes dentro del sistema a travès de propuestas como las anteriormente mencionadas y el desarrollo de mecanismos de consulta, dieron paso a intensificar esta crisis conocida a lo largo del año 92; lo que significo que esta estrategia de reividicaciòn del sistema ocasiono que la misma continuara y esto se ve claramente ilustrado con el alzamiento militar del 27 de noviembre, y las acusaciones de fraude electoral del 6 de diciembre.

Otra visiòn con respecto a esta crisis es aquella en la cual se propuso un cambio radical en el orden polìtico que abarcara los tres poderes pùblicos, el ejecutivo, legislativo y judicial.


Aqui vemos como estas dos visiones se contraponen, pues mientras unos querian reivindicaciones en cuanto a las estructuras polìticas, otros buscaban el reordenamiento de las instituciones, lo que hace notar una discrepancia total en relaciòn a la naturaleza de la crisis.


Luego de un determinado anàlisis se llega a la conclusiòn de que esta crisis no solo es de naturaleza polìtica, sino tambien de ìndole econòmica, aunque cabe destacar la idea catòlica expresada por la iglesia, la cual afirmaba que los venezolanos venian arrastrando una profunda crisis de valores, lo cual explica la falta de credibilidad en los dirigentes y la desorientaciòn espiritual del pueblo.


La crisis pues, tiene su origen en la caducidad del sistema de relaciones entre gobernado y gobernante, que contribuyo por años al sostenimiento de la hegemonìa polìtica de los partidos mayoritarios como lo eran AD y COPEI.


Lo importante radica, en la crisis de representacion que vivio el sistema polìtico, pues se noto el rechazo inminente hacia los partidos polìticos, y ello genero el deterioro en las pràcticas polìticas y el desprestigo de las instituciones.


Aunado a esto, tenemos que se agudizo la crisis de obediencia a la autoridad, es decir, que se tuvo que llegar a la represiòn para que la ciudadania pudiera abedecer, lo cual incidio en el aumento de la conflictividad social expresadas en huelgas, manifestaciones, etc.


Esto se evidencia màs gravemente en los sucesos del 4 de febrero, ya que muestan que se alcanzaron altos niveles de desobediencia a las autoridades.


El sistema polìtico venezolano vivio una crisis que tal vez se hubiese prevenido, si se hubiesen corregido a tiempo las conductas polìticas que se generaron, ademàs de reformar la constituciòn para adecuarla a aquella realidad social, econòmica y polìtica.


En este mismo orden de ideas, tenemos que se propuso como soluciòn a la crisis, una asamblea constituyente, como ùnico modo de recomponer el orden polìtico, de sustituir la dirigencia polìtica por una con suficiente apoyo pupolar para concluir los necesarios y difìciles procesos de ajuste econòmico, y seguir contando con el respaldo de las masas al sistema democràtico.

MODERNIZACION POLITICA

MODERNIZACION POLITICA.
Es un proceso de cambio social integral, que ha sido experimentado primero por los países que hoy llamamos desarrollados, tras cuyas huellas siguen hoy todos los demás. La modernidad es una situación estable. La modernización, en cambio, como proceso de cambio que lleva a ella, es altamente inestable. La modernización se expresa en procesos tales como los siguientes: urbanización (vive más gente en las ciudades que en el campo); industrialización (el sector más fuerte de la actividad económica es el secundario, o sea la industria); secularización (racionalización de la política y pérdida de sus fundamentos metafísicos y tradicionales); democratización (incorporación de nuevos sectores sociales a la participación política) e intensificación de las comunicaciones. En lo psicológico cambian los valores, actitudes y expectativas, en el sentido de aceptar y desear el cambio y afrontar la realidad en lugar de resignarse a ella. En su comienzo, la modernización tiene un gran impacto sobre el crecimiento demográfico, que luego aminora su expansión. En el plano social, los grupos primarios, de roles difusos (familia, comunidad local) son complementados por grupos secundarios, de roles específicos (asociaciones deliberadamente organizadas); por otra parte, el tradicional sistema bifurcado de status, con "desigualdades acumulativas" es reemplazado por estructuras de status pluralistas, de "desigualdades dispersas". En lo económico, las actividades se diversifican, se eleva el nivel de la especialización ocupacional, aumenta el capital a invertir para crear un puesto de trabajo, aparece la agricultura "de mercado"; las actividades extractivas (primarias) pierden importancia relativa frente a las actividades de transformación o industriales (secundarias) y luego ocurre lo mismo con éstas frente a las actividades terciarias (comercialización, servicios, etc.). Los dos aspectos de la modernización más vinculados a la política son el desarrollo económico y la movilización social. El máximo impacto político se produce cuando se combinan el cambio de las expectativas (que proviene de la movilización social) con el cambio de las capacidades (que proviene del desarrollo económico). Los principales aspectos de la modernización política son: La racionalización de la autoridad (y el consiguiente reemplazo de las autoridades de fundamento tradicional o religioso), la afirmación de la soberanía estatal, tanto interna (frente a los poderes locales y regionales) como externa (frente a los poderes internacionales) ; la diferenciación de funciones políticas y la consiguiente aparición de estructuras especializadas de ejecución (burocracia, ejército, etc.); la creciente participación política de nuevos grupos sociales. La modernización política implica un cambio del sistema político tradicional, pero esto no siempre significa necesariamente un avance hacia un régimen político mejor o más moderno. Es un proceso que implica riesgos: autocracia, inestabilidad, conflictos étnicos, guerras civiles, decadencia administrativa. La modernización aumenta las posibilidades de progreso y también las de conflicto: entre tradicionalistas, entre tradicionalistas y modernistas, entre modernistas. El desorden suele ser producto, no de la falta de modernidad, sino de los esfuerzos por lograrla. La modernización tiene también que ver con la corrupción, no con la aislada, que existe siempre y no interesa aquí sino con la generalizada, que es un claro indicador de falta de institucionalización política efectiva. En general, la corrupción suele ser mayor durante las fases más intensas de la modernización. Lo mismo ocurre con la violencia: las sociedades corruptas son también violentas. La modernización, como proceso de transición, engendra corrupción y violencia porque implica un cambio en los valores básicos de la sociedad: el rechazo de las viejas normas no va parejo con la construcción de las nuevas y motiva comportamientos que no son legitimados ni por unas ni por otras.

CARACTERISTICAS DE LA MODERNIZACION POLITICA.
1.- Procesos de diferenciación.
2.- Ethos de la igualdad.
3.- Capacidad individual e institucional.
La adquisición de una capacidad político-administrativa cada vez mayor es característica esencial de la modernización. Se caracteriza por un incremento en el ámbito de la funciones de la comunidad política, en la eficacia en la realización de las decisiones políticas y administrativas, en el poder de penetración de las instituciones gubernamentales y en la representación de la totalidad de los intereses por las asociaciones políticas. La institucionalización de la organización y de los procedimentos políticos, el desarrollo de las capacidades para la resolución de los problemas, la centralización y la aptitud para hacer frente sin interrupción a nuevos tipos de demandas y de organizaciones políticas figuran entre las diversas vías por las que el concepto de capacidad ha llegado a ser esencial para la definición de la modernización y del desarrollo político.
REFERENCIA BIBLIOGRAFICA.
Glosario de conceptos políticos usuales. Eduardo Jorge Arnolleto.
Glosario de términos de ciencia política. Magaly Peréz Campos.

PARTICIPACION

Universidad Central de Venezuela
Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas
Escuela de Estudios Políticos y Administrativos
Teoría Política
Ensayo. Participación.

La participación es un proceso social, donde las personas intervienen para lograr un objetivo; este proceso se puede llevar a cabo desde distintos sentidos, es decir, existen tipos de participación como la activa y la pasiva. Cuando hablamos de participación activa es la referida a aquellas personas o grupos de personas implicadas en la toma de decisiones dentro de una organización, dentro de un partido, de un grupo político o social o dentro de un grupo de presión, entre otros; en cambio, la participación pasiva es aquella en la cual no existe una intervención directa en la toma de decisiones, sin embargo colaboran en ciertas actividades de dichos órganos de participación o simplemente están allí para aceptar las decisiones tomadas.

La participación en general es llevada a cabo a través del voto, de la búsqueda de información, de la discusión, de la asistencia a reuniones, de aportaciones económicas, de la comunicación con los representantes, etc.

Según la enciclopedia internacional de las ciencias sociales, p. 625-635; la participación son las actividades voluntarias mediante las cuales los miembros de una sociedad participan en la selección de sus gobernantes y, directa o indirectamente, en la elaboración de la política gubernamental. (…) Es un elemento esencial en el gobierno democrático (…), es el medio principal por el cual se presa o reitera el consentimiento en una democracia y se asegura la responsabilidad de los gobernantes ante los gobernados.

Como podemos observar la participación cumple un papel fundamental en los regimenes democráticos, puesto que en ellos la participación se ve reflejada en el ejercicio al voto, o dicho de otro modo, en el sufragio, ya que es el derecho político que poseen de los ciudadanos de elegir a sus representantes.

Según Norberto Bobbio, en El futuro de la Democracia, p. 24-25, ésta se caracteriza por el conjunto de reglas (primarias o fundamentales) que establecen quien esta autorizado para tomar las decisiones colectivas y bajo que procedimientos. (…) Por lo que respecta a la modalidad de la decisión la regla fundamental de la democracia es la regla de la mayoría, o sea la regla con base en la cual se consideran decisiones colectivas y por lo tanto obligatorias para todo el grupo las decisiones aprobadas al menos por la mayoría de quienes deben tomar la decisión.

Como en la democracia los que eligen a los representantes políticos son los ciudadanos, queda en manos de éstos el curso del país; son los ciudadanos quienes mediante su voto eligen a la persona que consideren mas adecuada y acta para conducirlo, es de esperarse que elegirán a aquella persona que ofrezca de manera mas convincente el bienestar y estabilidad para la sociedad, ya que en todo momento se busca alcanzar el bien común.

Cabe destacar que la participación de los ciudadanos trae consigo una mayor representatividad, de manera que quien no participa no tiene representación política, esto ocasiona que los gobernantes al no tener el apoyo de los que no participan, ignoran o desconocen las necesidades e intereses de los mismos.

A medida que los niveles de participación en un país aumentan, las responsabilidades son de mayor magnitud, puesto que las demandas de los ciudadanos crecen y para cumplir con sus requerimientos se hace necesario establecer unas instituciones políticas mas eficaces y eficientes que posean la capacidad de responder ante dichas demandas; de lo contrario, la falta de organismos políticos capaces produce graves consecuencias como por ejemplo la inestabilidad política, desordenes en la sociedad y crisis, tanto políticas, económicas y sociales.

Puede considerarse que la participación contribuye con un conocimiento político, ya que al participar en labores políticas se obtiene mayor información y se conoce mas de cerca las medidas que se puedan llevar a cabo, además de mantener una interacción mas directa con organizaciones y actores políticos.

Con respecto al caso venezolano, la participación política la vemos expresada principalmente en las diversas elecciones realizadas para elegir al presidente, a los alcaldes, gobernadores, miembros de la asamblea nacional; en tales procesos electorales un numero considerable de venezolanos ejercen su derecho al voto, sin embargo, sigue existiendo una gran cantidad de abstención de los venezolanos.

Otra manera de concebir la participación en Venezuela, seria el movimiento estudiantil que se esta dando lugar actualmente por parte de estudiantes de las principales universidades venezolanas como lo son la Universidad Central de Venezuela y la Universidad de los Andes; este movimiento estudiantil defiende las libertades, no solo de los estudiantes sino de la sociedad en general y el respecto de los derechos humanos y civiles.

Existe también la participación de los ciudadanos a través de los consejos comunales que se han creado con el propósito de ejercer directamente la gestión de políticas públicas y proyectos orientados a responder a las necesidades y aspiraciones de la comunidad.

En conclusión, la participación en Venezuela se manifiesta de diversas formas, aunque en oportunidades no todas las maneras que se buscan de participar son aceptadas y en reiterados casos se ven limitadas. Cuando participamos damos a conocer los intereses y necesidades que sentimos, es por ese motivo que mientras se tenga la libertad de participar debemos hacer valer nuestro derecho a ello.

FASES DEL CAMBIO POLITICO Y PROCESOS DE CRISIS

Fases del cambio político
CRISIS; INSTAURACIÓN; CONSOLIDACIÓN.
Leonardo Morlino, en su libro “Como Cambian los Regímenes Políticos”, expone, que entre un estado y otro hay a menudo una fase de paso, en la que el régimen no ha salido aun del estado precedente y aun no han entrado en el siguiente. Sobre todo cuando el cambio es lento, gradual y continuo. En estas fases, que pudieran constituir tantos nuevos estados intermedios como secuencias posibles existen, el régimen ya no presenta todas las características ajenas al estado precedente y no posee aun las propias del estado siguiente.
Entre todos los estados intermedios hay dos que destacan claramente por su peculiaridad: 1) el paso entre el derrumbamiento del antiguo régimen y la instauración del nuevo; 2) el estado intermedio entre la crisis del antiguo régimen y la instauración del nuevo. En ellos coinciden la fase de paso de estado a estado, y la transición a un nuevo régimen, cosa que no ocurre en todos los demás estados intermedios.
Para explicar las fases que atraviesan los regímenes políticos, será útil la teoría de los sistemas, cuando hace referencia a algunos aspectos esenciales en el funcionamiento de un sistema político. Así, los factores a considerar los probablemente los siguientes: 1) las demandas políticas, como expresión de preferencias y necesidades de la comunidad política, articuladas por las distintas estructuras intermedias, tales como partidos, sindicatos, grupos de presión y otras, o, en todo caso, incluso en relación a los distintos sistemas políticos; 2) el apoyo al régimen, de diverso grado y consistencia, ligado o no a las demandas; 3) los procesos de decisión, que sustancian al régimen, los llevan a cabo las estructuras principales del régimen mismo y están reglamentados explicita o tácitamente; 4) los outputs y los resultados de las decisiones, más o menos relacionados y adecuados a las demandas; 5) las reacciones que se dan en la comunidad política como resultado de los efectos de las decisiones tomadas; finalmente, 6) una estructura coercitiva o de represión, que, de modo más o menos abierto, trata de mantener el régimen sustituyendo o reforzando el papel desempeñado por el apoyo.
Entre estos elementos se crea un conflicto dinámico que tiene luego como resultados las diversas soluciones de equilibrio, correspondientes a los estados del régimen (persistencia estable e inestable, crisis, hundimiento, instauración y consolidación).
Se crea una especie de conflicto entre los impulsos que vienen de la comunidad política a través de las demandas y el apoyo – o la disminución de este –, los impulsos contrarios que derivan de la dificultad de tomar decisiones – incluso en relación a las posibles coaliciones que se forman, a la dificultad de resolver los problemas, de compaginar los intereses en juego y en relación a la disponibilidad de recursos – y, por último, la válvula de escape y atenuación de los impulsos debidos al surgimiento de decisiones que repercuten en los actores que las reclaman o, más sencilla y drásticamente, por la actuación del aparato represivo. Esta es la llamada fase de crisis.
Luego pasamos a la fase de instauración cuando se crean las nuevas normas y estructuras de autoridad y comienza a funcionar una solución inicial de equilibrio precario entre estos procesos que tienen formas nuevas respecto a los del régimen anterior. A través de progresivos ajustes y modificaciones de ese equilibrio se puede llegar a la fase de consolidación, una solución en la que el régimen demuestra que puede funcionar y durar en el tiempo. Así pues, hay una especie de ordenación de las estructuras creadas en la fase anterior y de integración de las antiguas estructuras, pertenecientes al régimen anterior. Una posible salida para la consolidación es la persistencia, una solución de equilibrio sustancialmente semejante a la anterior, pero con la diferencia de que el tiempo o la duración han reforzado la solución creada entre los elementos del sistema antes mencionado.
Salidas de crisis pueden ser, aparte de la transición: a) el hundimiento, esto es, la ruptura completa y definitiva de cualquier solución de equilibrio posible entre esos elementos, dadas las normas y estructuras asumidas por el régimen; b) la reconsolidación, que puede ser solamente la recreación de la misma solución de equilibrio anterior a la crisis que caracterizaba el anterior estado de persistencia, o bien corresponder a una nueva solución de equilibrio, siempre dentro del mismo régimen.
Procesos de crisis que afectan a los sistemas políticos.
Las posibles tendencias a la crisis son la crisis económica, que se origina en el sistema económico; la crisis de racionalidad y la crisis de legitimación; originadas en el sistema político y la crisis de motivación; que tiene su origen en el sistema sociocultural.
En las crisis económicas, el sistema económico requiere de input en trabajo y capital; el output consiste en valores consumibles, distribuidos a lo largo del tiempo entre las capas sociales en diversas formas y montos. Para el modo de producción capitalista, es atípica una crisis atribuible a insuficiencias de input. Las perturbaciones del capitalismo liberal fueron crisis de output, que una y otra vez trastornaron la distribución de los valores canalizada, en conformidad con el sistema, por vía del ciclo. Si en el capitalismo tardío persisten las tendencias a la crisis económica, ello significa que la intervención del Estado en el proceso de valorización obedece, a las leyes económicas que operan de manera espontánea y están sometidas, a la lógica de la crisis económica que se expresa en la tendencia decreciente de la cuota de ganancia.
El sistema político requiere de un input de lealtad de masas lo más difusa posible; el output consiste en decisiones administrativas impuestas con autoridad. Las crisis de output tienen la forma de crisis de racionalidad, el sistema administrativo no logra hacer compatibles, ni cumplir, los imperativos de autogobierno que recibe del sistema económico. Las crisis del input tienen la forma de la crisis de legitimación, en el cumplimiento de los imperativos de autogobierno tomados del sistema económico, el sistema de legitimación no logra alcanzar el nivel de lealtad de masas requerido.
Déficit de racionalidad de la administración pública significa que el aparato del Estado, en determinadas condiciones, no puede aportar al sistema económico suficientes rendimientos positivos de autogobierno. Déficit de legitimación significa que con medios administrativos no pueden reproducirse, o conservarse en la medida requerida, estructuras normativas pertinentes para la legitimación.
En la crisis de motivación, el sistema sociocultural toma input de los sistemas económico y político: bienes y servicios susceptibles de compra y de demanda colectiva, actos legislativos y administrativos, seguridad social y pública. Las crisis de output de los otros dos sistemas son, perturbaciones de insumo del sistema sociocultural, que se truecan en déficit de legitimación. La integración de una sociedad depende del output del sistema sociocultural, directamente, de las motivaciones que produce para el sistema político en forma de legitimación; indirectamente, de las motivaciones de rendimiento que produce para el sistema de formación y de profesiones. Debe hablarse de crisis sociocultural cuando las estructuras normativas se transforman, de modo que resulta perturbada la complementariedad entre los requerimientos del aparato del Estado y del sistema de profesiones, y las necesidades interpretadas y las expectativas legítimas de los miembros de la sociedad.

CRISIS DEL SISTEMA POLITICO VENEZOLANO

TEORIA NORMATIVA


ENFOQUE FEMINISTA